
Tanto si eres autónomo como si tienes una empresa, has de estar al corriente de los gastos que se pueden desgrabar a la hora de hacer la declaración de la renta anual. Alquileres, suministros, desplazamientos y muchos otros gastos son potencialmente deducibles si están justificados con su correspondiente ticket o factura, siempre y cuando estén directamente relacionados con la actividad profesional.
La contratación de un sitio web vinculado a una actividad profesional incluye el pago de un IVA del 21% que se puede desgrabar completamente en la declaración anual de la renta si lo podemos justificar con la correspondiente factura.
Lo primero que tenemos que tener claro es que significa desgravar. Un trabajador autónomo puede deducir completamente un impuesto o tasa, siempre que se cumplan ciertos requisitos establecidos por la Administración Tributaria. Así pues, desgravarse el IVA de un producto, bien o servicio, consiste en la supresión del 100% del precio del producto de esa cantidad impositiva.
Es frecuente que los términos desgravar y deducirse sean confundidos y utilizados como sinónimos. Mientras que desgravar consiste en descontar por completo una determinada cantidad impositiva, deducir conlleva la reducción de un porcentaje de determinado impuesto.
Deducir se refiere a un porcentaje del impuesto mientras que desgravar compensa la totalidad del mismo
¿Qué es un gasto deducible y qué requisitos tiene que cumplir?
Para poder deducir un gasto como autónomo, debe cumplir una serie de requisitos. Estos requisitos los establece, lógicamente, el Ministerio de Hacienda. Si no se cumple alguno de estos requisitos, la deducción no es correcta y el autónomo comete una infracción que se castiga con las correspondientes sanciones económicas. Por ello, es fundamental tener en cuenta los requisitos exigidos por la Agencia Tributaria para la deducción de gastos.
Los criterios establecidos por la Agencia Tributaria para considerar un gasto económico como deducible son los siguientes:
Los gastos deben estar relacionados con la actividad económica del autónomo. Es decir, deben ser gastos necesarios o derivados de la realización del trabajo para que sean deducibles.
Deben estar suficientemente justificados, ya sea con facturas o con otros documentos justificativos adecuados, como recibos o albaranes. De este modo, las facturas reflejan los datos fiscales del comprador. La factura simplificada no permite la deducción de gastos por IVA, pero sí por IRPF.
Los gastos deben inscribirse en el correspondiente registro contable del autónomo. Estos criterios establecidos por la autoridad fiscal deben cumplirse si el autónomo quiere deducir estos gastos para no cometer un delito.
Si un autónomo realiza su trabajo en su domicilio habitual, es difícil determinar qué gastos se derivan de su actividad profesional y cuáles de su vida privada. En este caso, el autónomo debe determinar qué porcentaje de estos gastos es imputable a su actividad profesional y qué porcentaje es imputable a su vida privada.
Gastos derivados de la contratación del sitio web para tu negocio
Cada vez esa más frecuente que cualquier negocio o empresa, independientemente de su tamaño, recurra a la contratación de una página web profesional para promocionarse en internet. Otros gastos relacionados como puedan ser la contratación de un hosting donde alojar la web, el alquiler del dominio o las campañas de publicidad online, también son objeto de este tipo de desgravaciones.
Los impuestos asociados a la creación y mantenimiento de una web profesional son deducibles tanto en el IVA como en el IRPF si se dispone de la correspondiente factura.
Siempre es recomendable exigir y guardar todas las facturas asociadas a nuestro sitio web y resolver cualquier duda que pueda surgir sobre este tema poniéndonos en contacto con nuestra gestoría.